"Dolores Claiborne" de Stephen King. "A veces hay que ser una pedazo de cabrona para sobrevivir..."

"Dolores Claiborne" es una novela del magnífico escritor de terror y suspense Stephen King. No obstante, quizás sea una de sus historias menos típicas, aquellas de misterio o puro terror a las que nos tiene acostumbrados a sus ávidos lectores. Por el contrario, en este caso, nos encontramos con un drama de manual, un relato duro y tremendo en el que una mujer madura, Dolores Claiborne, relata en primera persona y a través de su declaración policial su desdichada vida y las penosas circunstancias que la han llevado al estado en el que se encuentra: detenida por la policía por un posible asesinato.
Nada más comenzada la lectura, y advertidos de que Dolores está declarando por un asesinato, nos enteramos que la posible víctima es su jefa, Vera Donovan, la mujer para la que lleva más de 30 años trabajando como empleada del hogar o “limpiando su mierda”, como hará constar en alguna ocasión la protagonista. A pesar de que en más de un momento se refiere a ella como una “miserable cabrona”, pronto nos damos cuenta del cariño que Dolores le profesaba a su jefa a pesar de los calificativos que le dedica, pues, en sus propias palabras: “A veces hay que ser una pedazo de cabrona para sobrevivir. A veces ser una cabrona es lo único a lo que una mujer puede aferrarse”.
Si bien Dolores se declara inocente del crimen que se le acusa, sí confiesa otro que cometió años atrás: el de su marido, un hombre violento, maltratador y abusador que ha hecho de la vida de Dolores y sus hijos un auténtico drama. Ella soporta esa actitud hasta que un suceso provoca que se rebele contra todo y lo asesine. Al fin y al cabo, todo maltratador cabe en la definición que ella misma hace de su esposo: “en el fondo era un cobarde, aunque yo no pronuncié esa palabra: ni entonces, ni nunca. Creo que eso es lo más peligroso que se puede hacer, porque a un cobarde le da más miedo que lo descubran que cualquier otra cosa, incluida la muerte”.
Así pues, lejos de los monstruos y las bestias a las que King nos tiene acostumbrados, en esta historia nos presenta la propia crueldad de la especie humana y su cotidianidad, que las más de las veces es más horrible y sobrecogedora que la ficción. El autor nos presenta una serie de personajes con una fuerza y un desarrollo de la personalidad brutal. Es una obra en la que los personajes femeninos adquieren una dimensión principal, y a los que su condición de mujer les supone, no sólo un obstáculo, sino también el fundamento de su propia desdicha. Los personajes masculinos que se mencionan, no sólo no padecen la infelicidad de la que hablo, sino que en la mayoría de ocasiones son la causa de la misma. Yo considero esta obra de King como un verdadero alegato feminista.
En todo momento a lo largo de la lectura nos sentimos identificados con Dolores, la comprendemos, la compadecemos, sufrimos con ella y entendemos sus decisiones, sus temores y (escasas) alegrías. Pero jamás la vemos como una asesina, sino que a medida que avanza el relato, adquiere tintes de heroína, pese a que ella misma jamás se ve como tal. Una de las citas que yo considero más duras en la novela es la que emplea para definirse a sí misma de joven: “Me he dado cuenta por primera vez de que acaso me vendí demasiado barata y de que tal vez lo hice porque creí que algo barato era lo máximo que podía obtener una como yo”.
Se trata, pues, de la historia de Dolores, contada por ella misma, sin adornos ni florituras, pero con un trasfondo tan sobrecogedor, que su recuerdo permanecerá en nuestra memoria.

P.D. La novela fue llevada al cine el 1995 con el título "Dolores Claiborne" en los países de lengua inglesa y como "Eclipse total" en España, protagonizada por la genial Kathy Bates y dirigida por Taylor Hackford.



Puntuación: 8 de 10 💜💜💜💜💜💜💜💜
➡️Recomendaciones cinéfilas: "Dolores Claiborne" o "Eclipse total" (1995).

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